jueves, 31 de enero de 2013

Preguntas repetidas cuando la poesía se viste de luto. ¡Hasta siempre, Ian Welden!


Ian Welden poeta y escritor chileno exiliado en Dinamarca


Preguntas repetidas cuando la poesía se viste de luto
¡Hasta siempre, Ian Welden!

Nechi Dorado

Hace un tiempo atrás cuando supe de la partida de un compañero y compatriota, poeta argentino, y como siempre me sucede en esos casos, tales alejamientos hacen que me formule preguntas que hasta el momento no pude responderme.
¿Será que me espanta eso que algunos mencionan como despedida final, otros como adiós definitivo y todos, al fin, llamamos muerte?
Me preguntaba entonces:
“…hay poetas y poetas. Unos escriben muy lindo. Son los que tienen música y tienen gracia.
Pero hay otros que escriben muy fuerte y se convierten en imprescindibles.
Es por los últimos que a veces me pregunto:
¿Está bien decir murió un escritor (narrador, poeta) cuando su corazón se detiene para siempre?
Creo que no.”
Esta mañana sentí el mismo interrogante y fue cuando América Comparini, hermana chilena en la poesía y los sueños, me dio la triste noticia de que esta vez quien se alejó fue Ian Welden.
Ian es –me niego a mencionarlo en pretérito- poeta, escritor, músico, cantante, artista gráfico además de humanista. Es uno de los tantos chilenos que debió enterrar sus raíces bien  debajo de la tierra que lo viera nacer, trasladando su tronco hacia otras latitudes cuando el odio tomara forma, cuerpo e idea en su Chile natal.
Fue Dinamarca la tierra que lo recibió y allí fijó su residencia para seguir hablando de las cosas lindas que suceden pese a tanto odio enraizado y de las otras, las que no hay que callar porque estallan en las venas.
Siento mucha pena, mucho dolor, mucha bronca,  cuando toca hablar de estos alejamientos forzados,  pero hay que hacerlo. Mucho más cuando quien se aleja, como lo hizo ayer Ian, deja el recuerdo imborrable por ser de aquellos que: “…tal vez salgan a formar escaleritas con esos libros que de tan altos que los ponen, no pueden alcanzar los que andan muy por abajo”.

Ian Welden: no te digo adiós porque no te fuiste, te saludo con un ¡Hasta Siempre hermano! Seguiré rondando tus letras, recordando tus consejos: “manda tus trabajos a esta página, o a esta otra” ese empuje que no siempre nos dan porque ya sabemos que también existen quienes se creen dueños de las artes y no conocen la grandeza de la solidaridad y mucho menos la de abrir caminos.
Porque a nosotros, Ian, lo charlamos muchas veces, en este mundo donde todo se compra porque alguien puso precios hasta al arte, no son muchos los que nos van empujando suavemente.
Ian Welden se fue, me dijeron. Yo prefiero seguir sosteniendo que hay personas que  nunca se van del todo, apenas se alejan un poco.
Comparto uno de sus poemas  a través del que sentí un aroma a despedida y a tristeza mucho antes de saber que se nos iba…
De pie, aquí al borde de la línea

De pie, aquí al borde de la línea
sabiendo que mañana ya no existe.
Sacos de puertas hechas triza sobre mis espaldas
y cenizas cuando finalmente entregue
todo lo que he pedido prestado.
Caminando hacia la tierra de nadie,
buscando algún sueño en mis bolsillos,
tanteando ciego el muro del atardecer
y calculando mis pérdidas en las estrellas.
Debo trepar a algún lugar donde ya estuve,
por ahí en mi alma siento la nostalgia,
voces amistosas que seguramente existieron
y vidas que tienen sentido al amanecer.
Nubes en mis manos
lluvias en mis pies
el mundo insiste en girar sin mí.
Y si el sol se atreviera a asomarse
tan sólo expondría mis pecados a la luz.
¿Dónde está mi canción?
¿Cuáles fueron los equivocados pasos
que me condujeron a este abismo?
Detenido aquí al borde de la línea final
sembrando piedras con mis dientes,
durmiendo en carcasas de viejos barcos abandonados
y mendigando besos entre las multitudes.


lunes, 28 de enero de 2013

Documental Hasta que el sol se apague




Una película de Mónica Orjuela
Agencia Prensa Rural / Lunes 28 de enero de 2013









 Una historia sobre la vida de una organización campesina que nace en medio y a causa del conflicto social, político y armado de esta última década en Colombia. Un documental fruto de una intensa investigación en el Catatumbo colombiano, que busca reconocer el surgimiento de la organización en medio del conflicto, recuperar la memoria histórica de esta región alrededor de la resistencia campesina a través de los relatos y las experiencias de los líderes que por su gran carga testimonial y vivencias contribuyen a la denuncia de las graves violaciones de derechos humanos que suceden en las zonas rurales y que a la vez dan cuenta de la vitalidad de los procesos de resistencia y del movimiento campesino vivo en las comunidades.

Ficha técnica:

Titulo: Hasta que el Sol de Apague

Dirección: Mónica Orjuela

Producción: Agencia Prensa Rural

País: Colombia

Genero: Documental

Duración: 125 min









sábado, 26 de enero de 2013

Sacrilegio


Homenaje al héroe fundador de la República Dominicana

Por Luis Carvajal

 


Ante el Altar de la Patria Duarte será mencionado.

Vendrán con flores, banderas, poses, discursos y cantos
funcionarios, senadores, inversionistas, soldados,
embajadores, obispos, artistas: gentes de Estado.

Ensacados, circunspectos, sobrios y muy recatados
vendrán a hablar de su ejemplo,
de su pasado y sus pasos,
de su limpio pensamiento,
de sus triunfos y fracasos,
de la deuda con la historia,
de su aporte y su legado.

Ante el Altar de la Patria Duarte será mencionado.

Luego firmaran acuerdos, concesiones y contratos.
Venderán parques y costas,
montañas, valles y campos.
Entregarán las lagunas,
los ríos, mares y charcos,
las iguanas, las cotorras,
las orquídeas y los sapos.

Funcionarios, senadores, inversionistas, soldados
embajadores, obispos, artistas: gentes de Estado
ensacados, circunspectos, sobrios y muy recatados
vendrán con flores, banderas, poses, discursos y cantos.

Ante el Altar de la Patria Duarte será mancillado.

miércoles, 23 de enero de 2013

Entrevista a Jaime Nevado: "Mi música también es revolucionaria..."





Jaime Nevado: “Mi música también es revolucionaria, es guerrillera, nace en el combate” por Dax Toscano

Poetas, cantores y combatientes revolucionarios: Jaime Nevado y Jesús Santrich


Jaime es de la estirpe de Víctor y, por supuesto, de la de Alí Primera, el cantor del pueblo venezolano y latinoamericano. 



Todos ellos, de estirpe bolivariana, forjada al calor de las luchas del pueblo indoafroamericano para alcanzar la independencia del colonialismo y el régimen opresor y explotador, impuesto por el imperialismo yanqui y las oligarquías criollas.

El “Cantor Guerrillero”, el “Cantor Fariano”, combate con su canto al enemigo que aliena y embrutece la mente de la niñez y la juventud sometida a la basura que producen sus industrias discográficas y que la difunden a través de sus medios de incomunicación. 



“Burgueses malparidos” escuchen el canto de Jaime Nevado:

Somos más los que estamos por la paz y la vida
Son pocos los que imponen la muerte y la perfidia
Vamos a desterrarlos de la faz de la tierra
Vamos a darle fin para siempre a esta guerra
Luego construiremos una Colombia Nueva
Con paz sobre la mesa, dignidad y conciencia
Donde empieza a brotar hay sonrisas de niños
Las deliciosas mieles que traerá el socialismo

Compañero Jaime Nevado, cuéntenos cuándo se integró a las FARC y en qué circunstancias

En mi país el Estado manda a asesinar a quienes piensan diferente al estamento. Yo pienso diferente al estamento; esa fue la circunstancia que me hizo integrar a las FARC-EP. Tenía que defender mi vida y luchar con las armas por un país diferente, más justo y soberano.

De dónde nace su inclinación musical y, en general, su vocación artística.

Mi vocación artística nace del hecho de pertenecer a una familia de actores y creadores de arte; y me inclino por la música cuando la escena social lo requiere. El arte y la música en general son medios de comunicación de masas, de crear conciencia revolucionaria. Son también, tribunas de denuncia.

Jaime


Quiénes son las personas que dentro del campo de la música son significativas para usted.

Los campesinos, los obreros, las madres que crían hijos para la lucha por la vida, los niños, las guerrilleras y los guerrilleros de las FARC. Sin estas personas, yo no sería músico.

Cuál es la música de su preferencia. A propósito de encontrarse en La Habana Cuba, qué piensa de la producción musical cubana: cha cha cha, mambo, rumba, son.

La música de mi preferencia es aquella que expresa con alegría la lucha de los pueblos por ser mejores. Sin importar el ritmo. Todos los ritmos autóctonos de las naciones son hermosos cuando están llenos de contenido humano. De contenido social. La música cubana es la expresión de esa alegría, que solo a 90 millas del imperio, teje su revolución con puntadas de cha cha cha, mambo, rumba, son y otras que nacen con sus nuevas generaciones.

Le gusta la música mexicana: Pedro Infante, Jorge Negrete o prefiere a un Luis Miguel

Se admira de la música mexicana el hecho de haberse difundido por todo el mundo. Jorge Negrete y Pedro Infante entre otros, fueron los que lograron imponerla, eran voces cultas y muy bien cultivadas. En la música mexicana así como hay contenidos machistas también hay música y canciones sumamente bellas. Me quedo con Negrete y con Infante. Luis Miguel es un reciclador. No hay en él creación musical.

Qué piensa de estos nuevos géneros musicales como el hip hop o el regaeton. Cómo evitar que este tipo de música este vaciada de contenido, porque el regaeton, incluso el cubano, es ofensivo contra las mujeres por ejemplo.

Los medios de información masiva de las transnacionales no descansan en la misión de difundir toda la basura que ellos hacen producir a un grande sector de la juventud que alienan todos los días. Lo que produce la juventud pensante que no han logrado cooptar, no lo difunden ya que este sector ha logrado tanto en el hip hop como en el regaeton y en el rap plasmar una buena dosis de contenido social utilizándolo como tribuna de denuncia sobre los problemas que padecen, incluso invitando a organizarse contra los que imponen esa problemática. Los medios de comunicación alternativos deben apoyar estos sectores y divulgar sus trabajos ya sea a través de concursos, festivales, muestras, etc.

Víctor Jara, el cantautor comunista chileno, dijo que su música no era de protesta, sino revolucionaria para darle una cualidad distinta. Usted que piensa de eso y cómo define a la música que usted elabora.

Casualmente por estos días dictaron orden de captura contra los asesinos de Jara, otro crimen del imperio que está en la impunidad. Yo pienso como Jara, la música no se debe quedar solamente en la protesta; esta, debe aportar elementos que despierten conciencia en el pueblo, conciencia revolucionaria que lo lleve a vincularse activamente en la lucha por una patria mejor, por un sistema diferente al capitalismo. En cuanto a mi música también es revolucionaria, es guerrillera, nace en el combate.

Cuál es su criterio de la música colombiana, puede hablarnos un poco de su historia. Y en ese sentido que piensa de la cumbia y la salsa. Usted baila salsa.

La música de mi patria en una trampa ha caído, y solo puede salvarla el pueblo que la ha parido. La música colombiana como toda la música de la patria grande que soñara Bolívar, es muy hermosa; nace al compás de las campañas libertadoras. Tiene un origen triétnico. El hecho de ser de origen nativo, negro y europeo hizo que esta combinación de culturas, generara una gran riqueza folclórica en ritmos y contenidos, lástima que los modernismos impuestos por el capital la estén aniquilando. Estoy seguro que ella, nuestra música, sobrevivirá y será el canto a la nueva sociedad. La cumbia es la expresión de nuestra Costa Atlántica, es muy bella, también sobrevivirá, ya que es la mujer caribeña vestida de música. La salsa no es nuestra, pero es igualmente bella. No bailo salsa, pero bailo cumbia.

Cristian Pérez y Julián Conrado. Puede hablarnos de sus letras, su música y de ellos como personas.

Todos los guerrilleros de las FARC-EP estamos dotados de una alta dosis de humanismo. Conocí a Julián y a Cristian por sus canciones y en ellas reflejan sentimientos nobles, sentimientos revolucionarios. Al ritmo de Cristian y Julián bailan obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y muchos sectores populares. Es música llena de alegría, de contenido, de vida.

Hay mujeres cantantes en las FARC-EP, compositoras, intérpretes
Si las hay, y muy talentosas; en Horizonte Fariano hay cuatro de 9 que conformamos el grupo, dos son compositoras. Nuestra hora cultural diaria nos dice que en las guerrilleras hay virtudes para la música. Debemos promocionarlas. Esperen gratas sorpresas.

Cómo lograr que la música y el arte se impliquen en el proyecto revolucionario
En las FARC lo hemos venido haciendo con grandes esfuerzos ya que carecemos de medios de difusión. El arte guerrillero debe llegar a las masas. La cultura la crea el pueblo trabajador, solo a él le pertenece y el pueblo la debe usar como instrumento de liberación.

Puede improvisar una estrofa dedicada a la paz con justicia social

La paz solo llegara
Cuando en mi patria querida
Haya justicia social
Siempre en la mesa servida.

Un mensaje a los jóvenes.

A los jóvenes del mundo que el presente es de lucha contra lo inhumano que es el capitalismo y el futuro es de todos por un mundo mejor que es el socialismo.

La Habana, Cuba, enero de 2013



Publicado por Solidaridad FARC-EP para Marquetalia el 1/23/2013 04:15:00 a.m.

martes, 22 de enero de 2013

21 de enero de 1924- 89 años de la muerte de Lenin



 21 de enero de 1924

89 Años de la muerte de Lenin

Mejor dicho: de la inmortalidad

F
uentes varias/ Compilación: Silvestre Montilla – Prensa PSUV.






Para los campesinos de mi patria

quiero la voz de Lenin.

Para los proletarios de mi patria

quiero la luz de Lenin.

Para los perseguidos de mi patria

quiero la paz de Lenin.

Para la juventud de mi patria

quiero la esperanza de Lenin.

Roque Dalton


21 de enero de 1924, hace 89 años, víctima de las secuelas de un atentado contra su vida, falleció Vladimir Ilich Ulianov, para todos Lenin, el arquitecto y líder de la Revolución de Octubre en Rusia, el dirigente del Estado Soviético, inspirador para los pueblos que luchan por el Socialismo.

Había sido alcanzado por tres disparos con balas envenenadas al salir de la fábrica de Michelson, donde habló a los obreros, el 30 de agosto de 1918, hechos por una mano empujada por los enemigos del pueblo, la de Fani Yefímovna Kaplán, pagada por la contrarrevolución..

Las narraciones de su reacción ante las graves heridas muestran, en boca de los testigos del hecho y de médicos y familiares, la entereza y fortaleza con la cual se mantuvo firme, sin abandonar sus labores de dirección durante meses, hasta fallecer a la edad de 54 años.

El atentado no fue un hecho aislado, sino parte de un plan desatado por la reacción, pues ese mismo dia asesinaron a Moisés Uritsky, comisario del Pueblo del Interior en la región norte, pero Lenin no aceptó las recomendaciones de abstenerse de asistir a su encuentro con los trabajadores.

Aún herido, siempre de pie, Lenin exhortó a la tranquilidad a los obreros que lo rodeaban pues sangraba profusamente y al llegar al edificio del Krenlim subió por las escaleras hasta el tercer piso donde fue atendido por los médicos, señalan los relatos.

Lenin sobrevivió al atentado, pero su salud se resintió demasiado. El XI Congreso del Partido comenzó sus labores el 27 de marzo de 1922. El líder abrió el encuentro y pronunció el informe político del Comité Central, en el último Congreso del Partido al que asistió. Su estado se agravó, pero se restableció en breve y volvió al trabajo.

El 5 de noviembre de ese mismo año inició sus sesiones el IV Congreso de la Internacional Comunista, en el que Lenin rindió su informe “Perspectivas de la revolución mundial a los cinco años de la revolución rusa”.

El 20 de noviembre habló en el Pleno del Soviet de Moscú. El 30 de diciembre se celebró el I Congreso de los Soviets de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que creó la URSS. Enfermo nuevamente, no pudo asistir, pero todo el trabajo del Congreso, la Declaración y el Tratado sobre la formación de la Unión Soviética, estuvieron inspirados en sus indicaciones.

A principios de marzo de 1923, la salud de Lenin empeoró bruscamente. En mayo, volvió a trasladarse a la aldea de Gorki, a 35 kilómetros al sudeste de Moscú, y a mediados de verano se apreció cierto mejoramiento.

El 19 de octubre Lenin llegó a Moscú, al Kremlin. Los que estuvieron con él cuentan cómo pasó aquel día. Se fue de su apartamento, estuvo en la sala de sesiones del Consejo de Comisarios del Pueblo, situada al lado de su vivienda, y permaneció allí un rato, miró alrededor, entró en su despacho, tomó unos libros de la biblioteca y bajó al patio del Kremlin.

Subió al automóvil, recorrió las calles céntricas de Moscú y visitó la Exposición Agrícola de toda Rusia. El recorrido duró dos horas. Se diría que Vladimir Ilich se despedía de Moscú.

A principios de noviembre de 1923 lo visitó en Gorki una delegación de obreros de la fábrica de Glújovo. Uno de ellos, ya sexagenario, Kuznetsov, con lágrimas en los ojos, repetía sin cesar: «Soy obrero forjador, Vladimir Ilich. Forjaremos todo lo que has concebido». ¡Fue esta la última entrevista de Lenin con los obreros!

Tampoco pudo asistir al XII Congreso del Partido, pero los delegados tomaron en cuenta, en sus resoluciones, las indicaciones hechas por él en sus últimos artículos y cartas. Luego de una aparente mejoría, a fines de 1923 sobreviene un recrudecimiento de su enfermedad.

El 21 de enero de 1924, al anochecer, a las 6 y 50, falleció de un derrame cerebral. Por la noche se reunió el Pleno del Comité Central del Partido, y dirigió un llamamiento al pueblo: «Ha muerto el hombre bajo cuya dirección combativa nuestro partido, envuelto en el humo de la pólvora, enarboló con mano recia la bandera roja de octubre en todo el país, barrió la resistencia de los enemigos y consolidó firmemente el dominio de los trabajadores en la Rusia zarista. Ha muerto el fundador de la Internacional Comunista (…) el amor y el orgullo del proletariado internacional, la bandera del Oriente oprimido, el dirigente de la clase obrera rusa».

La dolorosa noticia se propagó rápidamente por el país y por el mundo entero. El 22 de enero, M. Kalinin, presidente del Comité Ejecutivo Central, la anunció a los delegados al XI Congreso de los Soviets de toda Rusia.

El 23 de enero fue trasladado de Gorki a Moscú el féretro con el cadáver de Lenin y colocado en la Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos. Por espacio de cuatro días, a pesar de las rigurosas heladas, centenares de miles de obreros y campesinos, soldados rojos y empleados, delegaciones de trabajadores de todos los confines de la Unión Soviética, adultos y niños pasaron, día y noche, por la Sala de las Columnas para rendir el último homenaje al gran Lenin.

El 26 de enero se celebró en el teatro Bolshoi una sesión del II Congreso de los Soviets de la URSS consagrada a su memoria.

En el Congreso hablaron la esposa de Lenin, N. Kruspskaya, así como J. Stalin, Clara Zetkin y N. Narimanov. En nombre de la fábrica Krasni Putílovets habló A. Serguéev; de los campesinos sin partido, A. Krayushkin; del Ejército Rojo, K. Voroshílov; de la juventud, P. Smorodin, y de los hombres de ciencia, el académico S. Oldenburg.

El Congreso adoptó el acuerdo de perpetuar el recuerdo de Lenin y dirigió un mensaje a la humanidad trabajadora. Subrayó que el mejor monumento a él sería la propagación masiva de sus ideas. En 1965 se concluyó la publicación de sus Obras Completas en 55 tomos, con cerca de 9.000 documentos suyos y que después se publicaron en 120 países.

A petición de los obreros de Petrogrado, el Congreso aprobó la decisión de dar el nombre de Leningrado a esa ciudad.

El pueblo soviético se despidió de su guía lleno de profundo dolor. El proletariado internacional suspendió todos los trabajos durante cinco minutos. Se detuvieron los automóviles y los trenes, se interrumpió el trabajo en las fábricas y de esa manera solemne los trabajadores del mundo entero se despedían de Vladimir Ilich.

El 27 de enero, a las cuatro de la tarde, se realizó el entierro de Lenin. El ataúd fue depositado en el mausoleo construido especialmente con ese fin en la Plaza Roja.

Vladimir Ilich Ulianov (Lenin era su seudónimo en la clandestinidad), dejó como legado un cuerpo de ideas revolucionarias que no pierden vigencia sino que por el contrario se ratifican hoy a la luz de la profunda crisis del capitalismo internacional.

Uno de los mas grandes Leninistas de nuestros tiempos, el comandante Fidel Castro Ruz, en una ocasión expresó:

“Lenin es de esos casos humanos realmente excepcionales. La simple lectura de su vida, de su historia y de su obra, el análisis más objetivo de la forma en que se desenvolvió su pensamiento y su actividad a lo largo de su vida, lo hacen en realidad ante los ojos de todos los humanos un hombre verdaderamente ,repito, excepcional”.

“Llegará el día en que el homenaje a Lenin sea el homenaje de todos los pueblos, llegará el día en que el homenaje a Lenin sea el homenaje de todos los Estados, llegará el día en que el homenaje a Lenin sea el homenaje de toda la humanidad. De eso nosotros no tenemos la menor duda”.



lunes, 21 de enero de 2013

Noches de azúcar amargo

Caza de indígenas para ser utilizados como "mano de obra barata"


Noches de azúcar amargo.
Por Nechi Dorado*

El sol  siempre curioso se iba a dormir, había echado un vistazo sobre la aldea y conocía que  no sería fácil cuando llegara su amiga, la luna.
En medio de un gran bostezo le hizo un gesto desde lejos mientras ella, siempre coqueta, asomaba por el horizonte. Se la veía bien redonda y queriendo iluminar al pueblo en una noche de enero de calor abrasador.
-Tendrás un trabajo feo, le dijo el sol a la luna antes de entrar en su cueva hasta el día siguiente.
Ella terminaba de ponerse colorete sobre las pálidas mejillas, le pidió a las tres Marías que le sujetaran el mechón que caía sobre su frente mientras guardaba el pincel de rocío que le arqueaba las pestañas y se ponía unos aretes tan grandes como la pena que habría de sentir  luego.
-Hoy voy a prender todas mis luces, le respondió a la advertencia del sol. Que por lo menos esa gente pueda ver por donde pisa.
Convocó a la Osa Mayor, a la Cruz del Sur y a todas las constelaciones para que por las noches fueran el manto que abrigara a los desplazados.

Siempre pasaba lo mismo entre los días de diciembre-enero. Habían llegado los hombres que buscaban a los indios para trabajar en la zafra porque de ellos dependía la cosecha aunque  no hubiera  nada, apenas la escasez para que no murieran de hambre aunque las tripas le siguieran crujiendo y el cuerpo se partiera de dolor y de llagas.

Puyjú sabía que  ya estaban los blancos en el poblado y además que no había modo de negarse a sus reclamos.
No le gustaba la idea. El pueblo estaba tranquilo en las márgenes del río, los pequeños ignoraban el destino que aquellas bestias les tenían reservado, porque con su llegada les iban robando infancia ya que sus bracitos también eran útiles en los días del ingenio.

En la cerrada  espesura de la selva, la propia naturaleza fue impotente para cortar el paso de los aniquiladores. El cacique del  pueblo sabía que no era bueno que su gente fuera arriada y también que era imposible negarse porque tenían fuego colgando de las cinturas. Irían atravesando su selva, días y días, noches y noches, desprecio y desprecio.

-Así nos pasó a mi padre y a mi cuando era pequeño, contaba Puyjú. Caminamos tantas noches, Ñamandú no pudo llegar, se le  llagaron los pies y fue perdiendo la vida con cada paso que daba.

Ñamandú, su hermano, quedó tirado por ahí, no hubo lágrimas, solo la madre tenía húmedas las mejillas. Ya ni sabía cuánto tiempo había pasado de aquella marcha asesina, murmuró con un suspiro el Sol.

La luna  estaba alta y aunque la espesura de la selva parecía impenetrable,  siempre inquieta logró que alguna rama se corriera  para dejar que se colara el brillo en sus segmentos lustrosos.
Los cazadores de indios llegaron, tenían caras como la piedra y en vez de hablar, gritaban como si hiciera falta.
La mujer de Puyjú cargó al niño más pequeño. Los más grandecitos andarían tras ellos con  pasos debiluchos, la madre iba llorando, entonces la luna se apiadó  y apagó la lucecita que iluminaba su rostro. No era bueno  mostrar  debilidad, eso enojaba a los hombres que marchaban  apresurados porque el tiempo  pasaba demasiado rápido y había  que  echar a los indios.

-Vamos, apúrense, andando que no nos queda más tiempo, gritaba uno, revoleando un lazo para matar rebeldías.

La caravana de indígenas comenzó su injusta marcha. En el ingenio situado muy lejos de allí, el ejército esperaba la llegada de la mano de obra barata aunque la suya también lo fuera y no se daban cuenta.
El indio tenía patrón de la boca para afuera.
Los milicos lo asumían, las armas que les entregaran los hacían sentir dioses. ¡Imbéciles! –insultó la luna por lo bajo.

Meses y meses duraba la travesía, algunos llegaban, otros quedaban insepultos por los caminos boscosos, yo besaba sus frentes mientras seguía iluminando el paso de aquellos pobres seres con  sus niños a cuesta.
La luna, que a veces estaba gorda, otras no podía soportar lo que veían sus ojos y revertía su mirada. Algunas noches desaparecía agotada en el dolor para aparecer luego y la tristeza debilitaba su brillo hasta que se recomponía.

El sol cumplía su turno y cuando  terminaba le hacía un guiño  para que apareciera en el cielo.

Una noche la hilera, aunque diezmada, llegó al ingenio. Durmieron bajo las estrellas hasta la mañana siguiente cuando comenzaron a preparar sus huetes con caña, troncos, paja y maloja.

Cuando comenzó la zafra muchos cuerpos esqueléticos se quebraron de dolor. Fueron pasando los años, rarísimas enfermedades comenzaron a llevarse a los trabajadores forzados. Los bolsillos de los dueños del ingenio se iban engrosando manchados por la sangre de tantos explotados.

Numerosos infantes fueron muriendo debido a las precarias condiciones de higiene y alimentación a las que eran sometidos. Otros nacían  difuntos,  negándose a ver el dolor que allí reinaba.

La luna y el sol siguieron turnándose, algunas veces el cielo les daba franco forzado, pues era tanto el llanto que brotaba de sus ojos que se convertía en lluvia sobre los cuerpos morenos forzados sin la más mínima clemencia.

Uno de los hijos de Puyjú,  de tan solo siete años, una mañana sin sol comenzó a toser extraño, su cuerpito estaba caliente, un par de veces se cayó mientras pelaba la caña. De su boquita sin risa brotó un hilo de sangre.

-Así estaba Nohien, el hijo de Allpa cuando una noche se nos fue, pensó Puyjú.
Su instinto de padre le despertaba los sentidos. Al llegar el atardecer  susurró bajito al oído de su compañera.
-Debo sacar al muchacho, tengo que llegar adonde está el anciano para que le de su medicina porque se nos está yendo.
-¿Cómo hará? Preguntó ella.
-No se, respondió Puyjú, trataré de que los árboles me cubran,  cargaré al niño que ya ni fuerzas tiene para caminar, de alguna manera llegaré. Si preguntan por mí,  les dices que no sabes que pasó, que estabas durmiendo y no escuchaste nada. Seguro se enojarán pero el niño se nos muere si no hacemos algo.

Esa noche la luna no brilló en el ingenio, las nubes formaron un enorme cerco de complicidad para que las sombras se adueñaran del lugar.
Cargó Puyjú a su hijito y casi arrastrándose con el niño en brazos fue alejándose del grupo de huetes amparado por las sombras mientras para no ser oído  tapaba la boca de su hijito cuando  la tos aparecía.
Corrió mucho, su mirada se perdía en la oscuridad, iba tanteando cada paso, tropezaba pero una fuerza extraña lo empujaba y sostenía para no caer.
El niño seguía caliente, Puyjú lo abrazaba fuerte y le decía al oído ¡Aguante, machito! ¡No afloje!

Nunca supimos cuántos metros hizo el hombre con una carga que era sangre de su sangre.
-Alto, dijo una voz que parecía del diablo.
El silencio se instaló, Puyjú abrazó a su pequeño como si quisiera pegarlo a su corazón curtido, pensó en los otros y   en su compañera, también en el anciano que podría salvar al crío.
La luna no apareció y la noche se hizo más negra para ocultar aquellos cuerpos de la voz maldita, pero no fue suficiente.
Uno, dos, tres disparos sonaron rompiendo a la tenebrosidad cómplice, los fragmentos del silencio se incrustaron en el cañaveral y hasta llegaron donde estaba la peonada echada.
Abrazado a su hijo quedó Puyjú entre las sombras. Un ángel bajó del cielo para cubrir esos cuerpos con sus dos alas de muerte.

A la mañana siguiente el sol se negó a salir, llovían lágrimas sobre el poblado. Los indios murmuraban que sus hermanos  habían partido y estaban limpiando el dolor del cuerpito del pequeño y de su padre.
En silencio, como siempre, volvieron a la cosecha.
–Acá están, son dos, gritó el milico que había descargado la pistola nefasta cuando descubrió los cuerpos atravesados por sus propias balas.
-Indio ladino, querer escaparse así, decía mientras reía.
-No les gusta el trabajo, sucios y vagos, agregaba  mientras las carcajadas de las otras bestias asociadas herían el cañaveral.
En medio de aquel dolor la zafra siguió por años.
Como demasiados pocos lo cuentan y a la Historia intentan  cambiarla,   dando vueltas por sus páginas  algunos descubren que el azúcar es amargo y está manchado con sangre.


**huetes: chozas de huichis o matacos


*Del libro de cuentos “Destapando el silencio” Editorial Amaru. Argentina

Papeles de invierno- El mosaico

Mosaico de la Alhambra


En Andalucía, invierno de 2013

Marcos González Sedano

Si pretendes ser universal, habla de tu pueblo.
Leon Tolstoi


Mira, Trajano, ese río que discurre a nuestros pies es la sangre de la Baetica, el sudor de los olivos, las lágrimas rojas del trigo. Arrastra las nieves de las cumbres más altas de estas tierras y las deja descansar en el Lago Ligustinus, desde donde suben los barcos hasta el talismán de los dioses, Corduba.

Paulina, cuya cuna fue Gades, paseaba aquella mañana con su hijo de la mano por Itálica.

Ven, Trajano, ven y contempla cómo los obreros preparan el suelo para un mosaico. Primero replantean la zona, después desbrozan el lugar, rebajan el terreno y le dan una suave inclinación para que las aguas vayan al desagüe. La escardilla, la azada, el pico, el mazo de madera... son sus herramientas. Mira cómo sudan incluso en este frío enero. Y mientras ellos aquí, los artesanos en el taller diseñan el cuadro, el emblema, o seleccionan las piedras del río por sus colores y tamaño, o cuecen el barro pigmentado en el horno. Una vez las teselas están listas serán colocadas sobre una plantilla y una argamasa las abrazará para siempre.

"Querido Trajano, nuestras vidas son como ese mosaico inacabado al que los trabajadores van dando forma a lo largo del tiempo". Así habló Paulina.

Mi abstracción en aquella asamblea de obreros de la enseñanza en el Paraninfo, me llevó al pasado, y de regreso vi en ellos las teselas llenas de mil colores y matices, sentí sus manos creadoras y descubrí el solar donde, con apenas desbrozar y desmontar un palmo de tierra, podríamos encontrar cimientos tan firmes como la roca desde donde construir nuestra casa. También encontré sus miedos y jorobas, eran como pasajeros de una embarcación que zozobra y aferrándose a las barandillas de la nave los va engullendo la Mar.

Entre vosotros y nosotros, aquí, en la intimidad: ambos sabemos que somos mercancía, mercenarios en manos de estos amos (que lo son con nuestra complicidad), nos vemos cautivos a cambio de un salario. Vosotros y nosotros somos conscientes de lo que está ocurriendo, cuál es el engaño, a dónde nos llevan y qué nos tienen preparado.

Entre vosotros y nosotros, aquí, en la intimidad: somos conscientes de lo importante que es nuestra Matria, Andalucía, en esta batalla contra los mercaderes de dentro y de fuera. Y el papel que pueden jugar las diez universidades públicas con las que contamos, con más de 245.000 de nuestras hijas e hijos; los trabajadores, manuales e intelectuales, que tienen y la capacidad científica, organizativa y el trabajo social que se hace desde ella para la reproducción de bienes intelectuales y materiales, sin los cuales no podrían garantizarse los valores dominantes.
En estas circunstancias de agresión a la mayoría de los ciudadanos, atrincherarse en las facultades para salvar solamente el pan y la dignidad es demasiado pobre y nos convierte en un adversario fácil de abatir por los de arriba. Entre vosotros y nosotros, que somos los mismos: tal vez ha llegado el momento de bajar a las calles, a los barrios y a los pueblos, a batirnos cuerpo a cuerpo, a desvelar la verdad, a construir este mosaico común, Andalucía.

ANNCOL presenta el libro: “Salvo la ilusión todo es poder”, por Alberto Pinzón Sánchez


Alberto Pinzón Sánchez



ANNCOL presenta el libro: “Salvo la ilusión todo es poder”, por Alberto Pinzón Sánchez


Editado por FICA

Un escritor puede ir hilvanando sus páginas desde su pensamiento, la imaginación, desde la ficción o desde la realidad. Para hacerlo desde este último espacio hace falta además de una búsqueda minuciosa de datos que deben ser precisos, un temple de acero. Mucho más cuando se trata de hablar de Colombia, hermosa tierra ahogada en luto y dolor desde hace décadas.
Andar hurgueteando por los pasillos de la memoria que muchas veces subyace escondida por autoprotección, suele dejarnos un gusto amargo, el pulso latiendo acelerado y un racimo de preguntas que la mayoría de las veces no encuentran respuesta.

Alberto Pinzón Sánchez se encaminó hacia la búsqueda de esa señora tan importante como menospreciada, silenciada, ninguneada tantas veces: la memoria.
Trabajó cuidadosamente cada palabra hasta enlazarla a otras, dando lugar al nacimiento de un nuevo libro en el que los lectores, al recorrer sus páginas, irán sintiendo el escozor que produce el descubrimiento de la verdad cuando se la muestra, en un mundo donde reina la hipocresía, se entroniza la mentira, se bendice la falsificación de datos y de a poco se va llegando a la muerte por asfixia, de la vida.

En Anncol recibimos el libro del compañero Alberto Pinzón y comenzamos a recorrer cada página. Realmente no fue fácil hacerlo, sentimos como propio cada dolor narrado, cada injusticia mencionada, pero también nos deleitamos con la expresión poética que el compañero fue dejando en cada párrafo. Hasta las cosas más tristes encierran poesía cuando se las narra con delicadeza.

Compartimos con nuestros lectores un libro que es parte de la historia colombiana contada por un testigo involuntario de montones de situaciones que jamás, una persona de bien,  hubiera querido presenciar.

Salvo la ilusión todo es poder”, de FICA, es el libro en el que
Alberto Pinzón Sánchez nos regaló su historia impregnada de memoria y compromiso, cargada de respeto e indignación, narrada en un lenguaje literario y político admirable.

Un libro donde convive armoniosamente la calidez de la infancia inundada de  aromas,  colores, de paisaje, con la estática frialdad de las cifras que demuestran que quien escribió no es un improvisado.

Dijo alguna vez un poeta: Si la historia la escriben los que ganan/ eso quiere decir que hay otra historia/ la verdadera historia/ quien quiera oír/ que oiga…

Al recorrer este libro pensamos en la certeza absoluta de esos versos.