Por Nechi Dorado, ANNCOL-CULTURA
En
un edificio, a un soltero le costaba conciliar el sueño todos las noches.
Su
vecina de al lado, una joven, atractiva y voluptuosa
viuda, gemía y gritaba de manera más que sugerente.
Una
noche no pudo más, hizo un hueco en la pared y la espió.
Y descubrió con horror que la mujer antes de enterrar a su marido le había cortado el pene, lo había fijado a la pared y hacía el amor con él.
Excitado
por el morbo de la situación, el vecino hizo un hueco, extrajo el miembro
embalsamado e introdujo el suyo en su lugar.
Y
así fue como se dispuso a aguardar la llegada de la apasionada vecina.
Al
rato, la mujer entra en el departamento, va a la cocina, toma un
afilado cuchillo, y al acercarlo a la pared en su delirio le dice al miembro:
-
Mi amor, nos mudamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.