jueves, 20 de diciembre de 2012

Penando


Por Nechi Dorado, ANNCOL-CULTURA 

En un edificio, a un soltero le costaba conciliar el sueño todos las noches.

Su vecina de al lado, una joven, atractiva y voluptuosa viuda, gemía y gritaba de manera más que sugerente.

Una noche no pudo más, hizo un hueco en la pared y la espió.

Y descubrió con horror que la mujer antes de enterrar a su marido le había cortado el pene, lo había fijado a la pared y hacía el amor con él.

Excitado por el morbo de la situación, el vecino hizo un hueco, extrajo el miembro embalsamado e introdujo el suyo en su lugar.

Y así fue como se dispuso a aguardar la llegada de la apasionada vecina.

Al rato, la mujer entra en el departamento, va a la cocina, toma un afilado cuchillo, y al acercarlo a la pared en su delirio le dice al miembro:

- Mi amor, nos mudamos...

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